Suecia
Heavy Metal, Death Metal, Black Metal
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La historia de Dissection es trágica, por decir lo menos. Resucitada con nuevos integrantes en el año 2004 por su líder, el guitarrista y vocalista Jon Nödtveidt, una vez puesto en libertad tras permanecer ocho años tras las rejas cumpliendo pena por el asesinato de un homosexual argelino, la banda vuelve al circuito underground editando Reinkaos en mayo de 2006 para disolverse nuevamente a los pocos meses. Finalmente, en agosto Jon decide terminar con sus días suicidándose en su departamento. Escribo este comentario una semana después del suceso y, en cierta manera, a guisa de homenaje póstumo a un legado musical que sé tocó los corazones ¿negros y marchitos? de muchas personas, independientemente de que si estaban o no completamente de acuerdo con los postulados marcadamente satánicos de Nödtveidt. Él tenía su visión y su punto de vista y vivió y murió en su ley. Yo, ni nadie, tiene derecho a condenar su decisión. Es triste, claro, pero cada uno es dueño de su destino y Jon, aunque ha dejado este plano existencial, seguirá viviendo a través de su obra, esa obra no fácil de entender para la masa ignorante pero cuya singular belleza es para los que saben, de incuestionable genialidad. No por nada el segundo álbum, Storm of the Light´s Bane, es uno de mis 25 discos favoritos de todos los tiempos. Ese lugar de privilegio no es gratuito, reflejando, a la vez, cuan importante ha sido esta banda para mí, a pesar de no estar de acuerdo con todos los postulados de Jon. Da igual, ya que como siempre he dicho, lo importante es la música y Nödtveidt pudo expresar con sus notas y manera de componer mucho más sentimiento, emoción y feeling que a través de su mensaje misantrópico y lleno de odio. Esto último, desde este prisma, es una contradicción, puesto que la música de Dissection es tenebrosamente hermosa y llena de vida, reflejando el espíritu de su líder, que, estoy seguro, en lo más profundo de su ser, en lo más hondo de su negro corazón, quería vivir. Jon era un genio musical. Las generaciones posteriores reconocerán esta verdad. Su partida deja un vacío en la música. Haberle pedido a Reinkaos que superara los dos discos de estudio anteriores hubiera sido pedir demasiado. Aquellas placas no necesitaban ser superadas y, claro, no lo han sido, convirtiéndose este disco en una despedida digna y agradable. Por otro lado, quizás la idea nunca fue superar lo ya hecho, sino más bien satisfacer la necesidad urgente de todo artista, que es la de crear. Reinkaos suena típicamente Dissection pero esta vez con una vibra mucho más luminosa, asemejándose a mi entender a los también suecos Dark Tranquillity. Las letras siguen siendo marcadamente malévolas, invocando toda la maldad del mundo, sin embargo los acordes y la sensación que producen en el oyente están lejos de ser denominadas como "oscuras", "tristes", "depresivas" o "desprovistas de vida". Incluyendo solos de guitarra muy clásicos, el álbum suena a momentos con una onda retro y con mucha melodía. Dissection siempre fue más melódico que otras agrupaciones malévolas, pero no cabe duda que este disco es lejos el más "suave" y "aceptable" para todos aquellos ajenos al death metal. Y esta es la contradicción a la que me refería. ¿Puede música tan hermosa ser producto de una mente misantrópica? ¿Dónde está el odio? Claro, en las letras, porque la música resulta extrañamente optimista. Curioso. Quizás maldad y belleza no tienen por qué ser variables antagónicas. Antes de escuchar esta placa yo me imaginaba que iba a escuchar algo en la línea de "Storm...", pero nada que ver. Olvidándonos de los discos anteriores, la placa logra mantenerse en pie por su propia fuerza y para nada resulta una lata. Es un trabajo entretenido y muy digno de llevar la insignia de "Dissection" en su estampa, pero los que buscan oscuridad podrían sentirse defraudados con toda la luz que emana del disco. ¿Una luz malvada? Sí, pero si The Somberlain y Storm... eran la noche y el ocaso de los sueños, Reinkaos es la luz del día, de un día en que Dissection ya no es más.
Integrantes:
Jon Nödtveidt: Voz y guitarra
Set Teitan: Guitarras y voces
Tomas Asklund: Batería
Brice Leclercq - Bajo
Tracks:
1. Nexion 218 (1:32)
2. Beyond the Horizon (5:19)
3. Starless Aeon (3:59)
4. Black Dragon (4:48)
5. Dark Mother Divine (5:44)
6. Feper-I-Set (3:08)
7. Chaosophia (0:41)
8. God of Forbidden Light (3:42)
9. Reinkaos (4:43)
10. Internal Fire (3:20)
11. Maha Kali (6:04)
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